¿Y sabes? casi sin querer, he podido acompasarlos con los míos. Te he mirado mientras dormías y he apretado tu mano con fuerza. Queriéndote pedir sin palabras, que no te fueses de mi lado; rogándote que despertases ahí cada mañana. He saboreado el dulce aliento de tu alma, y he abrazado con ganas el calor de tus susurros. He soñado con este momento día y noche y ahora que estás aquí sólo soy capaz de acariciarte las palabras y naufragar en tu mirada. Porque quiero que te dejes llevar en el mar de mis sonrisas.
Y es que una caricia nunca fue tan bonita. Jamás fue tan real.
2 comentarios:
Precioso, me he quedado sin palabras.. :)
que dulce
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