que cuando la hundió en su delicada piel sólo sintió pánico y añoranza a partes iguales. El frío de la hoja afilada quebró su llanto, alivió su dolor. Le proporcionó, como había hecho siempre, una vía de escape que le permitía alejarse por un instante del mundo; evadirse de la realidad. Sólo quería eso, sólo necesitaba sentirse bien. Hacía meses que no lo había hecho. Se prometió a sí misma plantarle cara a lo que viniese, pero bastó una simple llamada para romper su calma, para dejar escapar a la rabia, al dolor, a la inseguridad. Decían que estaba loca. Lo que no entendían era lo que se ve desde una perspectiva que sólo ella conoce. No sabían ver que no se quería, que no se cuidaba. No podían mirarla como ella se miraba. Sólo sabían ver a una chica mona, con un peinado desaliñado pero una mirada sexy, penetrante. Sin saber profundizar en esos ojos que suplicaban comprensión, seguridad. El miedo recorrió sus venas, se posó en su corazón y decidió permanecer (sin ni siquiera preguntar) ahí, con ella, cada día de su miserable vida.
Sólo era una chica que se cortaba. Alguien, que se hacía daño a si misma, que calaba el dolor en su piel para que el que los demás le hacían no llegase a su alma.
Sólo era una chica que no quería sentir más.
7 comentarios:
Qué vías de escapa tan peligrosas buscamos a veces...
Un beso*
Y yo que veo algo bonito entre tanta destrucción...
letras fuertes que gritan claro su sentir y asi llega a sentirse en cada linea ... sentimiento de corazon...
saludos
linda semana
abrazos
Solo digo dos cosas!
me encanta la manera de escribir que tienes! y la segunda ya la sabes tu!
me encanta...
Gracias preciosa. Todo tuyo...ya sabes :***
Me traes recuerdos, ya te lo he dicho alguna vez, todo esto me recuerda mucho a mi en su momento...
Ya sabes que guardo tu recuerdo en algún lugar de mi alma. Cuenta conmigo cuando lo necesites.
Preciosa :***
Grandes letras contando el dolor.
Un saludo.
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