¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar?

viernes, 5 de agosto de 2011

He aprendido a jugar del lado ganador.

He aprendido, de la manera fácil, a sonreir cuando necesito llorar. A no dejar que las cosas lleguen lejos (hasta ese punto en el que no sé si soy yo, eres tú, o somos nosotros). He decidido ser feliz, despertando cada día dando gracias por lo que tengo, y no lamentándome por lo que perdi. Sonrío, cuando te recuerdo, por lo que un día fuiste. Recordándome entre dientes, que ya no eres nada para mí. Dejaré pasar esta noche entre estrella y estrella. Y mañana, con algo más de tiempo, y de luz, ire a buscarla. He aprendido a jugar del lado seguro; del ganador. Porque es imposible echar de menos algo, que nunca existió.

Sentimientos nublados por el humo de un cigarro y sonrisas encontradas entre las cuerdas de una guitarra.


1 comentario:

Emilio Gimenez dijo...

Muy bonito, siempre la cabeza alta y orgullosa de lo que eres y lo que tienes =) un besote!