probablemente mayor que él, y digo probablemente porque ella nunca le dijo su edad. Aunque Harrie hizo sus cuentas, e imaginó que sería de 10 a 12 años mayor. Él 18, ella, unos 30.Pero nunca le había importado.
Nadie le había hecho tan feliz hasta este momento, y eso, era lo de menos.
Observaba el mundo desde una pequeña ventana alojada en los ojos de María. Y era tan bonito todo, que le fue imposible alejarse de ella un instante. Esa inocente sonrisa, hacía estremecer hasta el último músculo de su cuerpo, y ella ni siquiera lo había notado aún.
El sexo con ella era lo mejor que se había inventado. Sólo tenía que acercarse, ponerle esa mirada picarona, y él, caía. Era tan relajante, tan placentero y excitante que nunca podría haberlo descrito mejor.
Se querían, y eso era lo imortante.
1 comentario:
qUE COMEStible es tu escritura, me has llegado al punto en el que me convierto en un buen lector, eso cuando hablan del amor y del sexo al mismo tiempo.
SE QUErian y eso era lo importante"
cuidate y besos.
Publicar un comentario