¿Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar?

sábado, 19 de diciembre de 2009

Cogió la maleta..

Y se marchó. No pudo más. Después de tanto tiempo, se había derrumbado. Al fin y al cabo era lo que necesitaba hacer desde que él la dejó.
Las lagrimas no cesaban, y no podía permitirse volver a caer. Era fuerte, siempre lo había sido.
Todavía recuerda esa absurda conversación, como si hubiese sido ayer mismo;

"- No deberías encapricharte de mí, un día cogeré las maletas y me iré. Me echarás de menos, y yo no quiero que sea así.
- No, no lo harás.
- ¿Que no haré...que? ¿Marcharme?
- No te marcharás, ¿y sabes por qué? Porque has puesto tanto tiempo esas barreras que te alejaran del dolor, que has acabado introduciendome en ellas.
Ahora, soy parte de tí, y tú eres parte de mí. Por eso, si algún día decides marcharte, yo tendré que ir contigo".

Ahora ella necesitaba ir con él.
Más incluso que volverlo a ver.

4 comentarios:

Ainoa dijo...

Me encanta, sobretodo el final. Gracias por pasar y de nada por ayudarte, fue un placer. ¿Qué tal todo? Besos.

Elena dijo...

Y es que al final nadie forma parte de nadie y en el fondo el que está siempre contigo eres tú mismo.
Saludines

nira~ dijo...

''más incluso que volverlo a ver'' genial! me encantó; por cierto gracias por la dirección que me diste en mi blog...lo tengo un poco abandonado pero pronto escribiré, ahora he hecho uno nuevo... que lo utilizare para poner mis pensamientos y buscar mi felicidad(esa busqueda es en parte gracias a tu entrada anterior) te dejo aquí la dirección por si quieres visitarlo, gracias de nuevo!^^ http://sohappysosad.blogspot.com/

Solana López dijo...

muy lindo tu blog..
realmente escribis vos todo esto?
de que pais sos?
beso.